poeta

Mi tiempo contigo


Terminé aquí sentado con un café, un pincho y su preciosa mirada. Me compré otro cuaderno para llenarlo cada sábado de sentimientos en forma de poesía, en forma de prosa y de algún deforme dibujo.

El tiempo que dura un café,
la mirada que tu me regalas,
el tiempo de tu breve sonrisa,
tu bostezo que termina soñando.

A mi hijo Ekhi

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El camino de mis pasos


Mis pasos se convirtieron en los recuerdos guardados en un cuaderno y el breve sol que ha veces fue testigo de mis sentimientos durmió varias veces a mi lado. Mis pasos, algunos se fueron acompañados por el viento y al mirar hacia atrás me sentí perdido. La brújula que tenía en el corazón, vieja y oxidada, marcó sin esfuerzo ni demora el camino que el resto de mis pasos tendrían que seguir.

Más tarde busqué una sombra que me diera cobijo, que quitase de mi espalda los rayos tempraneros. Vuelvo a ser un ciudadano del mundo, quizás esta vez solo por una horas.

La delgada línea


La puerta al otro lado La delgada línea que separa la fracción de un segundo entre la realidad y la ficción. Sin otra cosa que hacer me siento a escribir las cosas que fraccionadas que se alojan en mi cerebro, recuerdos constantes que no hacen otra cosa que atormentarme. La delgada línea que separa la frontera entre mi cordura y los sueños que atormentan mis noches. Andar en la cuerda floja mientras duermo por miedo a que en algún momento mi buen juicio me abandone a mi suerte en las noche y me deje a merced de las causas o efectos de la realidad de mi propio mundo de los sueños.

Ahora que llevo despierto un rato, que ya a amanecido en el mundo exterior y mis neuronas han recibido su dosis correspondiente de café, me pongo a pensar. Con lucidez borrosa, muevo la cabeza intentado a trompicones devolver cada recuerdo a su caja. Los sueños al rincon de los sueños y la realidad al cubo de la basura. Pienso en lo que queda de mi último sueño, existió?? O fue kimera de una noche de verano. Usando la lógica de un humano, bueno la de un humano corriente, llego a la conclusión de que solo un sueño pudo ser. Nadie vende sartenes de profesional con sistema de sujección para pollos en una cama. Esta noche he tenido suerte y el buen juicio que lleva toda la vida conmigo me ha despertado para decirme que tenía el nórdico hecho un nudo. Ya veis cosas de la mente, ¿quien es capaz de relacionar una sarten de competición con un nudo en el nórdico??

Sin mas poco queda la noche pasada, de momento un día más sigo en esta parte de la delgada línea ….

 

Forjando la voluntad


Me convertí en cabeza de turco el mismo momento que me tocó caminar descalzo por un camino lleno de zarzas, por penitencia me dijeron….
Intentaron doblegar mi cuerpo con la intención de ponerme un yugo pesado, quisieron mi voluntad solo para ellos …
Lo siguiente fue un hierro candente a la altura del corazón, apretaron con ganas. No lloré, no supieron que mi torpe corazón está forjado con el más duro de las hierros ….

Cautivo en un mundo de flores con pinchos


Creo que dejó de llover y aunque el cielo sigue cubierto mi cuerpo empieza a secarse. El lastre húmedo de mis ropas y mi corazón empapado liberan por fin mis pensamientos. Parece que mi cuaderno se secó y por fin puedo ordenar las letras que llevaba días queriendo escribir.

No hay un día como otro, ni una letra igual a la anterior. De vez en cuando hay un abismo, otras podemos caminar sin miedo. Ya no llueve y eso hace que hoy ya no sea como ayer. Las calles siguen mojadas y oigo los pasos cojos de las personas sordas que viven junto a mi. Soy un incomprendido que intenta acercar su alma, alguien que espía al resto y compara sus sentimientos con los de otros.

Los martes me siento como un alma cautiva en un mundo de flores con pinchos.

Anónimos pensamientos escondidos dentro de un café.


Es otro café, otro día, otro lunes. Llueve y el sol tan solo parece un recuerdo. El calor derrotado en el campo de batalla desapareció entre las piedras. Y un anónimo nostálgico escondido detrás de un café, usa su cuaderno como una hucha de recuerdos y su bolígrafo araña y rasga la piel de sus sentimientos.

Deambuló confuso unas cuantas horas sin saber a donde ir, sin saber si debía quedarse quieto o salir corriendo. Esta lluvia se ha convertido en fiel compañera y sus malditas gotas empapan sus huesos. Estos malditos días grises nublan la primavera en su interior.

Prosa, nostalgia, una hoja y un poema. Unos momentos para un rato en soledad.

La cueva de mis sentimientos


La cueva de mis sentimientos
oscura como mi conciencia
profunda como mi nostalgia.
Las paredes rojas y negras,
y el suelo mojado de tanto llorar.
La luz se fue un amanecer y
la noche hizo campaña a mi lado.
Sentado cuento las estrellas,
ya no pienso en ti
Que tan sólo trajiste negras nubes
y un viento helador.
Donde quedaron los largos días azules ?